
Precursoras del sufragio femenino en Latinoamérica: Paulina Luisi
Cuando hablamos del voto femenino es muy probable que lo primero que se nos venga a la mente sean las sufragistas de Reino Unido pero el mundo está lleno de mujeres luchadoras que no conocemos y, especialmente, se habla muy poco de las mujeres luchadoras latinas, de color y asiáticas. Probablemente porque parece que la historia no va más allá de la gente blanca. Por eso, Las Gafas Violetas os presentamos a Paulina Luisi, una mujer fundamental para la historia de Uruguay porque fue una de las precursoras del voto femenino no solo en su país sino de toda latinoamérica ya que Uruguay fue el primer país latinoamericano en aprobar el sufragio femenino.
No podemos obviar el hecho de que Paulina fue una afortunada ya que tuvo la suerte de nacer en una familia que le permitió desarrollar sus ideas progresistas. Ella nació en 1875, de madre polaca y padre italiano, y tanto ella como sus hermanas tuvieron un brillante futuro gracias a la educación de sus padres.
La persona de Paulina Luisi no solamente es interesante por su labor en la lucha por el voto femenino en Uruguay sino que también fue la primera mujer uruguaya que cursó los estudios de medicina en la Universidad de la República. Estudió también magisterio, como todas sus hermanas, así que Paulina fue ginecóloga, maestra y activista feminista.
No fue fácil, ni mucho menos, ser la primera mujer en cursar los estudios de medicina en Uruguay. Luisi tuvo que soportar burlas solo por el hecho de ser mujer pero eso no consiguió que dejara sus estudios. Como militante feminista creía en la idea de que la educación sería un arma liberadora de la mujer y esa es una de las razones por las que compaginó la educación y la medicina en su vida.
Y aunque no se dedicó en profundidad a temas políticos se atribuyen a ella, entre otras personalidades la creación del Partido Socialista uruguayo. Además, fue la primera mujer latinoamericana en representar al gobierno en la Liga de las Naciones. Luchó por los derechos de las mujeres obreras y trabajó en la creación de los sindicatos Unión de Telefonistas y Costureras de Sastrerías. También creó, en 1917, el Consejo Nacional de la Mujer Uruguaya.
En la lucha feminista, Paulina Luisi destacó por su lucha contra la estigmatización de la madre soltera y por su actividad en lo que respecta a la educación sexual y la prostitución. Se posicionó claramente en contra de la trata de mujeres y de la denigración que sufrían, no solamente por los problemas de higiene, algo que a ella le preocupaba por su trabajo como médica, sino también por las consecuencias negativas que tenía la prostitución. En su pensamiento, los males resultantes de la prostitución debían tratarse no a través de la persecución de las prostitutas sino más bien tratando de acabar con la doble moral que rodea al mundo de la prostitución. Es curioso y triste que una lucha de hace cien años siga a día de hoy vigente.
Pero, desde luego, por lo que no debemos olvidar a Paulina Luisi es por su incansable lucha por el sufragio femenino. Ella creó en 1919 la Alianza Uruguaya por el Sufragio Femenino. La Constitución de 1919 otorgó finalmente plenos derechos civiles a las mujeres uruguayas y, aunque la primera votación a escala nacional de las mujeres fue en el año 1938, fue en realidad el 3 de julio de 1927 cuando la mujer votó por primera vez en Uruguay, en un plebiscito de la localidad de Cerro Chato.
Una persona verdaderamente revolucionaria para su época que luchó sin miedo por las mujeres no solo de su país sino del mundo, siendo así una reconocida activista por la paz. Paulian Luisi nos dejó a todas el 16 de julio de 1950 pero tenemos de ella no solo una incansable lucha por hacer de Uruguay un país mejor sino también su gran historia e importantes frases para el recuerdo. Nosotras os dejamos esta que, tristemente para Paulina Luisi y todas nosotras, sigue siendo relevante recordar:
Quiere el feminismo demostrar que la mujer es algo más que materia creada para servir al hombre y obedecerle como el esclavo a su amo; que es algo más que máquina para fabricar hijos y cuidar la casa… que si es su misión la perpetuación de la especie, debe cumplirla más que con sus entrañas y sus pechos: con la inteligencia y el corazón preparados para ser madre y educadora; que debe ser la cooperadora y no la súbdita de hombre; su consejera y asociada, no su esclava.

