
Literatura hispanoamericana y la vida más allá de García Márquez

La literatura hispanoamericana suele venir asociada al que es considerado su máximo exponente, Gabriel García Márquez. En ocasiones va más allá y se escuchan nombres como Julio Cortázar, Pablo Neruda, Jorge Luis Borges, Eduardo Galeano, Mario Vargas Llosa, Ernesto Sabato o Alejo Carpentier. No cabe duda de que estas personas tienen dos cosas en común: son grandes genios creativos y son hombres. ¿Significa esto, entonces, que no hay mujeres destacables dentro de esta literatura? En absoluto, sencillamente son relegadas al olvido por el simple hecho de ser mujeres.
Si investigamos un poco, nos topamos con historias vitales apasionantes y legados literarios y poéticos dignos de alabanza y admiración. Aunque el listado es infinito, nos centraremos en varias. En efecto, hay vida más allá de García Márquez.
Alejandra Pizarnik
Tú eliges el lugar de la herida
en donde hablamos nuestro silencio
Tú haces de mi vida
esta ceremonia demasiado pura
Nacida en Argentina en 1936, su vida se vio determinada por el exilio de su familia rusa que huía del nazismo en Europa. La atmósfera de tragedia inundó su hogar desde su infancia. Con un acento marcadamente ruso, problemas de peso, asma y tartamudez y la constante comparación con su hermana, que era maravillosa a ojos de sus padres, pronto se vio sumida en una profunda depresión que se prolongaría hasta el resto de sus días y que influiría, sin lugar a dudas, en su desgarradora producción poética. Su crisis existencial, su sufrimiento interno, su disconformidad con la sociedad que le rodeaba, su ansiedad, su depresión y el trastorno de personalidad límite que le diagnosticaron en su edad adulta, la condujeron inevitablemente a su suicidio a la edad de 36 años.

En la otra madrugada
Veo crecer hasta mis ojos figuras de silencio y desesperadas
Escucho grises, densas voces en el antiguo lugar del corazón
Durante toda su vida fue subversiva, estrafalaria, rebelde, con un mundo interior inabarcable y marcada por una intrínseca tristeza que mutaba en belleza poética casi sin esfuerzo. Algunos lo llaman la belleza oscura de Pizarnik. Ella hablaba de muerte, vida, sexo, herida, desmoronamiento, angustia, silencio, autoconciencia, pérdida de identidad, desconsuelo. Hablaba de árboles, piedras, pájaros, jaulas, noches, ojos. Sin encasillarla necesariamente en el malditismo francés del siglo XIX (pues no fueron coetáneos), se trata de una poeta maldita a la altura de los propios franceses como Verlaine, Mallarmé, Rimbaud, Baudelaire o incluso Pessoa, Bukowski, Emily Dickinson, Anaïs Nin, García Lorca o Panero.
ella se desnuda en el paraíso
de su memoria
ella desconoce el feroz destino
de sus visiones
ella tiene miedo de no saber nombrar
lo que no existe
Cristina Peri Rossi
Todo lo que supe de ti lo aprendí en los libros
y a lo que faltaba, yo le puse palabras
Nacida en 1941 y natural de Uruguay, esta poeta, escritora, política y traductora destaca por su compromiso político, el feminismo y su mundo interior, que son los temas fundamentales de su producción. Creció en un ambiente familiar cercano a la música y

la literatura, lo que la dotó de una gran sensibilidad. Licenciada en Literatura Comparada, su primera colección poética supuso un escándalo en su país por abordar sin tapujos la sexualidad y el erotismo. Tras el golpe militar uruguayo tuvo que exiliarse primero en Francia y luego en España. De este modo, queda marcada por una gran nostalgia y añoranza toda su vida, echando de menos Montevideo pero sintiéndose estrechamente ligada a Barcelona.
El exilio es tener un franco en el bolsillo
y que el teléfono se trague la moneda
y no la suelte
-ni moneda, ni llamada-
en el exacto momento en que nos damos cuenta
de que la cabina no funciona
Peri Rossi no tuvo miedo al usar la literatura como vehículo para explorar el deseo sexual y, además, manifestarse abiertamente homosexual y desafiar los roles de géneros impuestos. Habla de amor, nostalgia, exilio, dolor, erotismo, sexo, desconsuelo, pertenencia. Se trata de una de las escritoras más importantes de habla castellana, traducida a más de veinte lenguas.
Querida mamá,
¿cuándo te morirás
para que yo pueda suicidarme
sin sentimiento de culpa?
María Luisa Bombal
Tal vez sea esa la vida de nosotros todos. ¡Ese eludir o perder nuestra verdadera vida encubriéndola tras una infinidad de pequeñeces con aspecto de cosas vitales!
Conocida como la precursora del Realismo mágico y una adelantada a su tiempo, esta chilena solo necesitó tres novelas y cuatro cuentos cortos para trascender en la historia de la literatura. Su niñez quedó marcada por la muerte de su padre, mientras que en su adolescencia pasó varios años en París, donde se aproximó al mundo cultural vanguardista, hecho también determinante. La piedra angular de su obra son los personajes femeninos y el relato de sus mundos interiores y cómo escapan de su realidad hostil. El discurso feminista se deja entrever en su literatura.

Influenciada por Virginia Woolf y Selma Lagerlöf y por sus propias vivencias, como una relación tormentosa con el que era el amor de su vida, un intento de suicidio y su adicción al alcohol, adquiere un estilo profundo, sutil, sin artificios, íntimo, con sentido del humor y, a la vez, desgarrador. Aborda la soledad de la mujer en un mundo de hombres, el desamor, el desasosiego.
Es muy posible desear morir, cuando se ama demasiado la vida
La lista de las tantísimas artistas del panorama hispanoamericano desde los comienzos hasta la actualidad podría no acabar, aquí algunos ejemplos más:
Laura Esquivel
Gabriela Mistral
Isabel Allende
Gioconda Belli
Victoria Santa Cruz
Frida Kahlo
María Virgina Estenssoro
Sor Juana Inés de la Cruz
Milagros Socorro
Silvia Molina
Ruth Evelyn Cruz
Amanda Baeza
Paola Gaviria
Antonia Palacios
Alfonsina Storni
Clarice Lispector
Carmen Ollé
Carmen Naranjo
Rosa María Roffiel
Rosario Castellanos
Mariella Sala
Julia de Burgos
Andrea Maturana
Yolanda Oreamuno
Marcela Serrano
Carmen Lugo Filippi
Una vez más, la obra de valor incalculable de cientos de mujeres está invisibilizada. Es muy necesario comenzar a tenerlas en cuenta, a apreciar la calidad técnica y de contenido que ofrecen y, por supuesto, recomendamos encarecidamente la lectura de estas escritoras. Como diría Anaïs Nin, aunque no hispanoamericana pero sí gran luchadora por la liberación de la mujer:
Me niego a vivir en un mundo ordinario como una mujer ordinaria.
A establecer relaciones ordinarias. Necesito el éxtasis.
Soy una neurótica, en el sentido de que vivo mi mundo.
No me adaptaré al mundo, me adapto a mí misma

