Sociedad

El mito de la belleza y la socialización de género


La imposición del ideal de la belleza forma parte de otros mecanismos de opresión como el machismo, la transfobia, el racismo o el clasismo.

“Para presumir hay que sufrir”, “las mujeres deben trabajar para ser bellas” o “no llores que estás fea”. ¿Cuántas veces hemos escuchado estos refranes que se quedan tan calados en nuestra psique? Ya en 1990 Naomi Wolf alertaba sobre las consecuencias del mito de la belleza. Sin embargo, este parece no cesar. El bombardeo publicitario que lanza mensajes hirientes sobre nuestros cuerpos y la presión social por encajar en los cánones estéticos ligados a la feminidad es descomunal. Esto conlleva, en parte, que las mujeres sigamos sintiendo angustia y exclusión social si no encajamos en ese idea que, como manifiesta Wolf «la belleza ideal es ideal porque no existe».

Estuve buscando «El mito de la belleza» de Wolf por todas las librerías de Madrid y webs de libros descatalogados, sin éxito. Era imposible hacerte con él hasta que, de pronto, conseguí una copia en una biblioteca de estudios de género de una universidad y me sentí como quien encuentra una reliquia. Quedaba solo uno y estaba muy deteriorado. Sus hojas se hacían añicos, otras se caían y, algunas, ni estaban. ¿Cómo podía resultar tan difícil dar con un libro de tal importancia?

El mito de la belleza, indica Wolf, genera una caída en el amor propio de las mujeres y elevadas ganancias para las empresas. Veinte años después de la publicación de la autora, cada vez son más las empresas relacionadas con la belleza que se enriquecen a costa de este mito. Les invito a echar un vistazo a los centros de estética situados en vuestros barrios; que observemos a quiénes se dirige, con qué lenguaje y de qué manera. El bombardeo es constante y es parte del proceso de socialización de género diferencial que no entiende la ‘feminidad’ sin el lazo con la belleza normativa. La preocupación obsesiva por la apariencia, el peso, los trastornos de dismorfia corporal o los TCA (trastornos de la conducta alimentaria) no podrían explicarse si perdiéramos de vista la socialización diferencial de género. La mayor parte de quienes lo sufren son mujeres. Tal y como recogen numerosos estudios y como alerta la psicóloga Rebeca Pardo, «los trastornos de la conducta alimentaria son más frecuentes en mujeres». Lo que no quiere decir que también haya hombres insatisfechos con su aspecto por el canon de masculinidad normativa. Pero lo cierto es que encontramos una mayor heterogeneidad en los medios de comunicación cuando se trata de representación masculina. Es decir, que para las mujeres la belleza resulta un requisito indispensable para ser representadas o aparecer en medios. En cambio, la representación de hombres en los medios es mucho más diversa y no necesariamente deben encajar en el canon de belleza establecido.

España es el país europeo donde más operaciones estéticas se realizan al año y el quinto a nivel mundial. Además, el 80% de la clientela son mujeres, siendo las cirugías estéticas más realizadas la colocación de prótesis mamarias, las liposucciones, los liftings o estiramientos, aunque una de las que más está creciendo son las cirugías estéticas con reconstrucciones vaginales, motivadas tal vez por industrias como la pornográfica que representan una imagen de la genitalidad infantil, eternamente joven y depilada. La cirugía plástica tiene un interés económico que influye de manera directa en la construcción de un papel social para las mujeres que les exige sentirse feas y propone alternativas para solucionar el problema.

Wolf concluye su análisis considerando que se trata de una manipulación consciente de mercado que se enriquece a costa de las inseguridades de las mujeres. Estas crean beneficio de millones de euros y el fugaz desarrollo de poderosas industrias como la dietética, cosmética o la mencionada cirugía plástica. “Surgidas del capital originado a partir de las ansiedades inconscientes y que a su vez son capaces de explotar, reforzar y estimular la alucinación en una espiral cada vez mayor”.

Gabriela Wiener en el capítulo «Cuanto mayor es la belleza, más profunda es la mancha» de su libro ‘Llamada Perdida’ relata cómo impactaron en su cuerpo las consecuencias del canon eurocéntrico de belleza: «Sufro trastorno dismórfico corporal, la misma enfermedad que sufría Pankéyev y que en vano trató de curar Freud. Como el aristócrata ruso, me preocupo obsesivamente por algo que considero un defecto en mis características físicas […] El mal existe, como la deformidad y la putrefacción. Nadie podrá despreciarme mejor que yo. Ésa es mi conquista». Sobre el sentirse fea, Wolf escribió: «decirle a una mujer que es fea puede hacer que se sienta fea, que actúe con fealdad, que sea en todos los sentidos fea, cuando sentirse belle es lo que mantiene su integridad». Así, la idea de fealdad se establece como un mecanismo de opresión violento contra los cuerpos que no encajan en la norma. Naomi expone que «estamos en medio de una violenta reacción contra el feminismo, que utiliza imágenes de belleza femenina como arma política para frenar el progreso de las mujeres».

La imposición del ideal de la belleza forma parte de otros mecanismos de opresión como el machismo, la transfobia, el racismo o el clasismo. Laerte, una ilustradora trans, cuenta en su documental para Netflix que cuando decidió comenzar a vestir con ropa femenina, apreció una diferenciación muy clara. Declaró que los hombres tienen el poder y son dueños de la calle, el espacio público, mientras que las mujeres no pueden porque no están en su mundo, están en el mundo de los hombres y tienen que cuidar más su aspecto.  “Los hombres salen a la calle tal cual como si fuera suya la calle, las mujeres tienen que arreglarse porque ese espacio no les pertenece”.

Por otro lado, el mito de la belleza no está exento de racismo en una sociedad donde la supremacía blanca es la norma. Desiré Bela-Lobedde, bloguera y escritora, declaró en una reciente entrevista que se trata de violencia estética infligida sobre nuestros propios cuerpos. Más concretamente, manifiesta que sufre una presión enorme en cuanto al pelo afro puesto que no encaja en el canon de blanco y eurocéntrico: “lo que premia es la piel cuanto más blanca, más clara mejor y el pelo cuanto más liso o alisado, mejor”. Asegura que para lograr encajar acaban sometiéndote a tratamientos agresivos con productos muy peligrosos a nivel de salud que a muchas mujeres le llevaron incluso a quemarse el cuero cabelludo.

“Lo más importante es que la identidad de las mujeres debe apoyarse en la premisa de la belleza, de modo que las mujeres se mantendrán siempre vulnerables a la aprobación ajena, dejando expuesto a la intemperie ese órgano vital tan sensible que es el amor propio”.                    —Naomi Wolf

Magdalena Piñeyro, activista contra la gordofobia y la violencia estética, asegura que la autoestima no es una cuestión de actitud. Es decir, que no se trata de un problema individual, sino que su escala es social y sistémica, y responde a unos ideales muy marcados. Así, la autora invita a poner el foco en la estructura de opresión y no en las personas oprimidas. Noelia Morgana en su último poemario invita a aceptar y respetar el momento en el que nos encontremos: «no siempre se está preparada para todo lo que te gustaría estarlo y ello no te exime de estar inmersa en esa deconstrucción en la que viertes tantos litros de amor al día». Como manifiesta Sonya Renee: «que el autoamor sea el bálsamo para sanar las heridas inflingidas por los sistemas violentos».Si no conseguimos liberarnos de este mito, como de muchos otros, habremos fracasado como sociedad.

Sobre la autora: 
Nadia Martín, graduada en Periodismo y Comunicación Audiovisual. Ha formado parte de la Asociación de Mujeres Profesionales en Medios de Comunicación, Off Magazine, La Provincia y FN Noticias. Formación en "Feminismo y políticas de igualdad‟ por la escuela Clara Campoamor, en "Periodismo y género‟ por El País y en Violencia de Género por el Instituto de Género de la UC3M. Actualmente realizando el Máster en Estudios Interdisciplinares de género. Y llevando a cabo el proyecto fotografía feminista www.nadiamartinfoto.com

4 Comentarios

  • Maria

    Se puede pensar de esa manera cuando se piensa que una persona hace todo para la mirada de los demás y no de la propia. Parecería que para ser uno mismo, tiene que estar hecha un desastre? Cada mujer tiene una motivación diferente, pero lo cierto es que la dejadéz de nuestro aspecto o nuestro cuerpo se produce de una inestabilidad interior y no pasa por como salimos a la calle sino como nos sentimos, adentro y afuera.

  • soles

    Nadie obliga a las modelos, a las actrices a hacer un anuncio de lo que sea; de automóviles, de comida, de productos de belleza, como perfumes, desodorantes, cremas, de depilar, tampones, compresas, pueden renunciar, decir que no les interesa, punto y pelota. Un anuncio en la televisión, en las revistas, es muy caro, y a las modelos les deben pagar bien. Por otro lado, cada vez hay más hombres, modelos, que anuncian cremas, colonias; no tanto como las mujeres, pero, cada vez es más frecuente.
    No tiene sentido pasarse años, posando en revistas, anunciando perfumes, ropa, lo que sea, y salir, en plan llorón, victimista, quejándose. Anda ya. Saben que existen revistas ecológicas, con productos ecológicos, y, claro, nunca van a salir en televisiones, en revistas, es muy costoso. El presunto feminismo, no tiene sentido,porque sino les agradan esos anuncios, o las azafatas de coches de competición, ¿les van a pagar a las modelos lo que cobran por esos anuncios?, que renuncie el presunto feminismo a sus subvenciones, que den ejemplo.

  • Marmy

    Que estupidez, se nota que la ola feminista tenia q venir de España, bola de mujeres inseguras… no pude ni terminar de leer, pero hay q documentarse un poquito y dejar de proyectarse en lo q escribio una tipa frustrada en los años 90’s . Los hombres no son enemigos de la mujer, si dejaran las mujeres de luchar con ellos, encontrarian su lugar en la vida. Se tienen q complementar.. los hombres tambien necesitan aceptacion, se nota la solteria en todos los post q hablan d este libro idiota q adoptaron las supuestas mujeres… Cada quien tiene un proposito, y andarse quejando de estas trivialidades es igual de estupido que pretender q solo las mujeres se sienten mal con su cuerpo! Dejen de pensar en si mismas, el peso nunca va a ser el mayor problema de la mujer , es la mala comunicacion con papi y mami

  • Lola

    Creo que los comentarios de arriba no leyeron el libro de Naomi, y tampoco entendieron la nota. Nadie dice que está mal salir arregladas a la calle, preocuparse por lucir presentables, depilarse o maquillarse. Se trata de los EXTREMOS a los que ha llegado el mito de la belleza para vender, generando bulimia, anorexia, depresión etc. por un lado los anunciantes te imponen lo que es bello, una crece creyendo que tiene que alcanzar ese ideal para ser considerada una mujer hecha y derecha (Que es por supuesto falso) en el afán por conseguir ese objetivo es que compra, compra y compra, alimentando el aparato económico que los mismos anunciantes nos han impuesto como ideal a alcanzar. Se entiende? En ningún momento el libro dice que los hombres son el enemigo… Sí, habla del patriarcado pero el patriarcado como un sistema que se aprovecha de la mujer para generar un beneficio económico. NADIE puede negar los millones de dólares que la industria de la belleza genera, no cierto? Si la mujer como realmente es no se preocupase por tener que verse joven, delgada etc, no compraría los productos de belleza que te venden para que adelgaces y las cremas para rejuvenecer la piel. Las empresas de belleza perderían MILLONES.

    Cito el comentario de arriba «La dejadéz de nuestro aspecto o nuestro cuerpo se produce de inestabilidad interior y no pasa por cómo salimos a la calle sino como nos sentimos, adentro y afuera». No puede negar la importancia que ha obtenido la imagen personal en los últimos años, lo primero que percibimos es por la vista, la imagen tiene gran importancia en cómo nos percibe el resto y como nosotros percibimos a los demás, como nos vemos por fuera influye en como nos sentimos por dentro porque POR AÑOS nos han inculcado que lo de afuera importa y muchísimo.

    Por ultimo en el libro de hecho se menciona que a los hombres les interesan las mujeres de la media… obvio gustos son gustos, pero que no son ellos los que nos generan este afán de ser «más bellas» si no las revistas, las publicidades, las empresas para generar un rédito económico etc. También el libro está enfocado en la mujer norteamericana.

    Saludos

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