
Tamara de Lempicka, la estrella del “art déco” de la que no te hablaron
Los locos años veinte, época de entreguerras llena de glamour y elegancia, son los años en los que el movimiento de diseño del art déco encontró su punto más álgido. Este movimiento no es otra cosa que toda una amalgama de distintas corrientes (cubismo, futurismo, art nouveau…) que, durante un tiempo, fue el estilo de las estrellas. Y la artista de las estrellas fue Tamara de Lempicka.
Nació como Maria Gorska en Polonia en el año 1898 y creció en un ambiente muy peculiar para la época. Fue educada fundamentalmente por mujeres en una familia acomodada. De hecho, se muda con su tía a San Petersburgo cuando sus padres se divorcian y es en Rusia donde estudió arte.
Con solo 18 años se casó con Tadeusz Łempicki en San Petersburgo y juntos vivieron una vida de lujos y excesos. Hasta la Revolución Rusa. Tras el estallido de la revolución, y después de la detención de su marido, se ven forzados a emigrar a París. María ya no existe. En su lugar conocemos a Tamara de Lempicka: una mujer anticomunista, bisexual y reina del art déco.
En París empezó a pintar y rápidamente cosechó mucha fama. Sus contactos y su habilidad para la pintura la catapultaron a convertirse en la pintora de la que toda la burguesía y nobleza quería un retrato. Sin embargo, su vida vuelve a dar un giro de 180º cuando tiene que volver a emigrar, esta vez a Estados Unidos, tras el estallido de la Segunda Guerra Mundial.
En su arte se observan influencias del renacimiento con artistas como Boticelli, Bronzino e Ingres, entre otros. Su obra artística se centra en el desnudo tanto masculino como femenino así como retratos a mujeres. De hecho, uno de sus cuadros más conocidos es Autorretrato en el Bugatti Verde y varias de sus obras eran precisamente retratos de su hija Kizette. En los años 60, Tamara de Lempicka se pasa al movimiento del arte abstracto y dos años después, tras la muerte de su segundo marido, se muda a México, donde fallecerá en 1980.

Su obra, aunque de gran valor, no es apreciada lo suficiente. La vida de Tamara de Lempicka es todavía un misterio, llena de luces y sombras. Ni siquiera sus descendientes hoy en día puede afirmar con certeza un año de nacimiento. Esto refleja muy bien el carácter fascinador que despertaba de Lempicka. Se dice que era una gran amante de las fiestas, los excesos tanto en lo relativo a sustancias como en el sexo. Se casó dos veces, no tuvo miedo de reconocer abiertamente su orientación sexual y tuvo una vida artística exitosa y prolífica.
Hoy se puede disfrutar en Madrid de una exposición dedicada a la artista en el Palacio de Gaviria en donde se exponen más de 80 obras suyas, además de otras muchas piezas (muebles, fotografías, vestimenta) de la época para conseguir sumergirte en la época del art déco. La exposición estará abierta al público hasta el 24 de febrero.

