Sociedad

Día Internacional contra la Mutilación Genital Femenina

«El día de la circuncisión, la noche de bodas y el parto de un bebé son los tres sufrimientos de la mujer».

My grandmother called it the Three Femenine Sorrows. Dahabo Musa

Estas palabras proceden del poema Mi abuela los llamaba los tres sufrimientos femeninos escrito por Dahabo Musa. Esta mujer somalí ganó el premio de la competición de poesía que se celebró en el Seminario Internacional sobre circuncisión femenina de 1988 en Somalia.

Seguramente muchas de las personas que leamos estos versos no nos identifiquemos con el dolor que en ellos se plasma. Vivimos estos momentos de forma positiva, como son la noche de bodas o el nacimiento de un hijo; o no los hemos experimentado, como es el caso de una circuncisión. Sin embargo, en este breve fragmento se plasma el trauma que suponen estas situaciones para mujeres sometidas a la mutilación de sus genitales.

Estos tres momentos pueden llegar a resultar muy dolorosos puesto que más de 200 millones de mujeres en el mundo han sido víctimas de diversos procedimientos de mutilación genital. Entre ellos la infibulación, consistente en estrechar la abertura de la vagina cortando y cosiendo los labios menores y mayores. Este proceso puede causar la muerte y derivar en un gran deterioro del órgano femenino. Tras el matrimonio, la mujer debe ser descosida para mantener las sabidas relaciones sexuales en la noche de bodas y en ocasiones, se vuelve a coser la piel tras el embarazo y no se vuelve a abrir hasta el día del parto.

Hoy, día 6 de febrero de 2019, recuperamos la triste obra de Dahabo Musa para conmemorar el Día Internacional de Tolerancia Cero con la Mutilación Genital Femenina. Anteriormente en Las Gafas Violetas en el artículo El horror de ser mujer hablamos de los tipos de mutilación genital femenina (MGF) que existen, los argumentos que respaldan esta práctica y las consecuencias físicas y psicológicas que conlleva. En Con solo prohibirla no desaparecerá reflexionamos sobre la necesidad, por un lado, de que se informe a familias y jóvenes sobre los perjuicios de esta tradición y las creencias que la fomenta. Y, por otro lado, de formar a profesionales del sector sanitario, educativo, periodístico y legislativo para lograr que esta práctica desaparezca.

Hoy son muchas las actividades que se celebran alrededor del mundo para seguir trabajando por visibilizar esta costumbre y erradicarla. Hace 16 años la Primera Dama de Nigeria, Stella Obasanjo, promulgó una declaración oficial de Tolerancia Cero contra la MGF en la conferencia organizada por el Comité Interafricano sobre Prácticas Tradicionales que afectan a la Salud de Mujeres y Niños. Tras esto la ONU instauró el día mundial que desde 2003 se lleva realizando y que este 2018 pasó a formar parte de la iniciativa Spotlight.

Spotlight es el proyecto conjunto de las Naciones Unidas y la Unión Europea, lanzado en septiembre del pasado año, con el objetivo de cooperar para eliminar todas las formas de violencia contra la mujer, incluida entre ellas la MGF. Spotlight se materializa en planes nacionales adaptados a cada país para “abordar lagunas legislativas y políticas, consolidar instituciones, promover actitudes con perspectiva de género, prestar servicios de calidad tanto a las supervivientes como a las familias, generar datos que permitan realizar un seguimiento de la situación y empoderar los movimientos de mujeres”.

Además, también se incluye en los denominados Objetivos de Desarrollo Sostenible, el pacto al que 193 países en el mundo se han comprometido para completar en 2030. Entre otras muchas metas, se encuentra el alcanzar la deseada igualdad de género en sus respectivas sociedades. Aunque parezca una utopía, según los datos recogidos en los informes elaborados por UNICEF, en 1985 más del 50% de mujeres en el mundo entre 15 y 19 años eran todavía sometidas a mutilaciones genitales, mientras que para 2015 desciende a un 30%. Aunque es un porcentaje desorbitado, en países, como Kenya, se ha bajado de un 41% de mujeres mutiladas en 1984 a un 11% en 2014.

Son muchas las sociedades que cada día están consiguiendo grandes logros. Sociedades que no son solamente africanas u asiáticas, como muchas personas piensan, esto concierne también a Europa y Estados Unidos ya que en sus territorios también se practica. Por suerte, en todas partes del mundo se han ido creando marcos políticos y legislativos que prohíben y penan la mutilación genital femenina. Desde 1997, la Organización Mundial de la Salud, UNICEF y el Fondo de Población de Naciones Unidas se unieron, al igual que otras muchas organizaciones en el mundo, para prestar ayuda a los gobiernos en la defensa de la mujer tanto jurídica como socialmente.

Por ello os animamos ha acudir a las diferentes actividades y charlas que se organizan en centros culturales, ayuntamientos y espacios sociales en toda España, como por ejemplo la exposición fotográfica Mi lucha, nuestra lucha: mujeres activistas contra la MGF realizada en la Biblioteca María Molinar, disponible hasta el 15 de febrero.

No obstante, a pesar de la mayor conciencia que parece tenerse de esta situación y los logros obtenidos, la lucha debe continuar y no terminará hasta que todas y cada una de las mujeres que nazcan y vivan en este mundo puedan disfrutar de su cuerpo y su sexualidad. Como escribía Dahabo Musa:

«(…) protejamos y defendamos a las pequeñas niñas inocentes (…) ayudémoslas a vivir en un mundo de amor y no en un mundo de sufrimiento femenino».

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