
Reseña de abril: Nueva Madre de Eugene Fischer
Por utilizar una de mis expresiones favoritas, disculpad el retraso con el que se publica esta reseña pero se nos ha «hecho bola» la gestión de publicaciones y el reto de lectura #LeeConGafasVioletas. Por ello, como avise en la última entrada referente a dicho reto, vamos a ir publicando todas las reseñas que faltan durante este mes de julio. Os traigo hoy la reseña que hubiera correspondido al mes de abril, en que se proponía leer un libro feminista de ciencia ficción. El libro elegido es Nueva Madre de Eugene Fisher.
Nueva Madre es un relato corto que se publicó por primera vez en abril de 2015 bajo esta categoría en la revista americana de ciencia ficción Asimov´s Science Fiction. Poco después, en el año 2017, llega a nuestro país gracias a la editorial independiente Cerbero, con traducción de Arrate Hidalgo.
La historia que narra Nueva Madre es aquella en que en la sociedad de nuestros días, de repente, aparece una nueva enfermedad de transmisión sexual que provoca que las mujeres queden embarazadas en cada ovulación. La historia que realmente se plantea es aquella en que las mujeres empiezan a no necesitar a los hombres para tener hijos. Con dos problemas añadidos: los bebés que nacen son siempre niñas y estas serán completamente idénticas a la madre y entre ellas. El otro inconveniente es que dicha enfermedad deja a los hombres estériles. Todo esto y las repercusiones que tiene sobre la sociedad se nos narra a través de Tess Mendoza, nuestra protagonista. Es periodista especializada en la información sobre la enfermedad y un medio de prestigio le envía a hacer un reportaje en profundidad sobre ella. De esta manera, mediante su trabajo, descubriremos los entresijos de un mundo tan cruel y despiadado como el nuestro.
Así, mediante la alternancia del relato de una narradora omnisciente que centra su foco de atención en Tess y el propio reportaje de la periodista, podremos disfrutar de una historia interesante e intrépida por las cloacas del mundo y la sociedad.
Si aún no os he convencido para darle una oportunidad al libro, a continuación os menciono una seria de razones por las cuales deberíais hacerlo. Aunque esta parte del artículo puede suponer entrar a analizar el contenido del libro, estará completamente libre de spoilers.
Crítica a la prensa
Gracias a la pertenencia del personaje al mundo del periodismo, la autora escanea las exigencias de los medios y realiza una dura crítica a la corrección política. Con las constantes trabas que su jefa pone a Tess a la hora de utilizar determinadas expresiones, vemos como el uso de los políticamente correcto, con la excusa de empatizar con víctimas, es en realidad una manera de encubrir o quitar peso a determinadas cuestiones. Algo muy presente en nuestra prensa actual y cuyo exceso siempre genera controversia.
Crítica al fanatismo.
Desde el principio se critica al fanatismo religioso y su falsa misericordia. Aunque también se permite Fischer un pequeño análisis del gran poder que los oradores siguen teniendo en nuestros días y la gran influencia que ejercen sobre la población más desinformada y vulnerable. Tacha al fanatismo de deshumanizador y descorazonado.
Crítica a la comunidad médica y científica,
cuyo grado de masculinización retrasa aquellas dolencias o males que afectan exclusivamente a la mujer. Y la posterior lentitud para reaccionar ante ellos. También deja abierto el debate sobre el posible interés en la investigación científica con fines puramente económicos.
Crítica a los poderes políticos.
Tanto a aquellos progresistas que se apropian de determinadas luchas para conseguir notoriedad, como a aquellos más conservadores que, en pos de conseguir determinados intereses, se decantan por el inmovilismo y el populismo.
Se aleja de la simple guerra de sexos y analiza el conflicto humano,
lo cual es casi lo más interesante de toda la novela. El problema que la enfermedad ficticia plantea es que los bebés que se engendran son niñas. De esta manera, si la enfermedad se expandiera, cosa que ya estaba sucediendo, los hombres acabarían por desaparecer. Es evidente que esto alarma a la sociedad, pues no solo transforma la maternidad tradicional, sino que supondría un drástico cambio en la sociedad tal y como la conocemos. Por supuesto, esto pone en tela de juicio el papel del hombre y la mujer y desencadena una guerra de sexos en la sociedad. Sin embargo, el libro se aleja de esta discusión para entrar en la manera en que funcionan realmente los mecanismos y tecnologías patriarcales.
Gran elección y construcción del personaje.
Por último, me parece muy significativo mencionar lo bien escogido que está el personaje protagonista. Tess, además de periodista, es una mujer lesbiana embarazada que va a tener un hijo con su pareja mujer gracias a una inseminación artificial con material de donante anónimo. Se trata, por tanto, de un personaje que, a priori, ha carecido de figura masculina para la procreación como lo hará posteriormente en el cuidado del infante. Permite, por tanto, que nos aproximemos a la historia desde la óptica de una mujer que no ha dependido de un hombre concreto para su embarazo, al igual que las mujeres que han enfermado. También es importante mencionar la excelente construcción de su personaje. Siendo un relato tan corto, Fisher consigue crear una protagonista compleja y completa.
Por todas las cuestiones que plantea el libro y su vigencia para con la sociedad actual es altamente recomendable. También lo es por el hecho de que es una historia que, tal como está narrada, no te deja indiferente y te hace recapacitar y macerar las cuestiones que aborda. Y, además, es cortito e ideal para leerlo este verano en la piscina.

