
Testimonio #27
Una vez que iba en metro de camino a casa de una amiga, estaba sentada en la esquina de los asientos y un chico de unos 25 años se sentó justo en el asiento de en frente. No paraba de mirarme y mientras lo hacía se tocaba la entrepierna por encima del pantalón. Al principio parecía como si se estuviera colocando pero más tarde empezó a ser evidente que se estaba tocando por encima del pantalón. Una de las veces se colocó su mochila en la entrepierna y empezó a masturbase por debajo.
Afortunadamente solo quedaban dos paradas para bajarme pero lo peor de todo es que ninguna de las personas que estaban en el vagón dijo nada. Eran pocos pero había suficiente gente dándose cuenta de lo que pasaba. Yo me cambié de sitio porque tuve miedo de decirle algo.
Cuando estás en ese momento te quedas paralizada y eso es lo peor, que luego piensas que fue culpa tuya por no gritarle en su momento.
Anónima

