
¿Dónde están las lesbianas en el cine? Entrevista a Rosi Legido
En la gran pantalla, como en la vida real, ser mujer y además homosexual ha supuesto una condena en muchas ocasiones a la más absoluta discreción, tanto que incluso en algunas épocas las lesbianas parecían no existir. A lo largo de la historia del cine, numerosos personajes femeninos de dudosa sexualidad fueron censurados, pero a pesar de todo, dejaron huella. Un rastro que investiga Rosi Legido, autora del libro Escondidas en el cine. Censura y personajes sáficos, a quien conocemos hoy.
Entrevistadora: Tengo entendido que estudiaste Ciencias de la Información ¿Cuándo decidiste y por qué que era eso lo que querías estudiar?
Rosi Legido: Desde pequeña siempre he querido ser periodista. Escribía mis propios cuentos, poesías, redacciones u obras de teatro con una máquina de escribir para niños, súper chula; y grababa mis programas de radio en un radiocasete.
E: ¿Qué te llevo a que tu tesis tratase un tema como la homosexualidad latente en el cine?
R: El mundo del cine siempre me ha apasionado y tenía claro que quería hacer la tesis doctoral sobre el séptimo arte y algún asunto social. Pensé varios temas y al final me decanté por el de la homosexualidad oculta, porque creo que es de gran necesidad dar visibilidad a las minorías sexuales, que tampoco son tan minorías, pero muchos lo creen o pretenden que lo sigan siendo; y porque todo lo que sea desafiar las normas absurdas e injustas como, en este caso, la censura cinematográfica; me parece digno de aplaudir y muy interesante a la hora de investigar el tema.
E: Tengo entendido que eres hija y nieta de mujeres docentes, ¿influyó tu familia de alguna manera en que tuvieras esta forma de pensar y analizar el mundo?
R: De mi madre he aprendido todo, pero sin que me diera lecciones, porque es así como enseñan los buenos maestros de la vida, con hechos y no con palabrería. Viéndola a ella he sabido ser tolerante, solidaria, ayudar al desamparado, a tener empatía, a querer formarme y estudiar, a disfrutar de las artes en general. Mi abuela materna, lo mismo; siempre estaba leyendo varios libros a la vez. Con ella podías hablar de historia, literatura, política, economía, periodismo… Haber podido disfrutar de eso ha sido muy enriquecedor. Tener buenos referentes en tu entorno es muy importante pero no imprescindible. Me refiero a que, incluso, en los lugares más hostiles hay personas maravillosas que luchan contra las injusticias; y al contrario.

E: ¿Cómo decidiste transformar tu tesis en el libro Escondidas en el cine?
R: Cuando hice la tesis tenía claro que algún día quería hacerla libro, y así sucedió unos años después. La tesis versa sobre la homosexualidad tanto masculina como femenina y, en cambio, el libro únicamente estudia las representaciones lésbicas. Quise que fuera así porque si ya hay pocos trabajos en cuanto a la comunidad LGTBI, mucho menos aún sobre las mujeres homosexuales, esas que son doblemente discriminadas: por ser mujeres y por ser lesbianas.
E: ¿Cuál crees que es la relevancia de que se publiquen libros como el tuyo?
R: Pues la normalización de la homosexualidad, en este caso, de la femenina; y eso se consigue dando visibilidad y diversidad. Hay que conocer no solo que existen las mujeres lesbianas, porque han estado ahí toda la vida, pero estaban ocultas; sino entender que son tan diversas como las mujeres heterosexuales.
E: ¿Crees que es necesario recordar la historia para entender las luchas actuales y los movimientos sociales que siguen reclamando cambios? Aunque muchos crean que ya no es necesario.
R: Absolutamente. Es que aquellos que no lo creen necesario, no sé en qué planeta viven. El propio ser humano aprende por imitación, por acción-reacción. Por ejemplo, hoy en día la sociedad sabe que si tocas el fuego te quemas, porque hubo alguno al que le pasó, y a lo largo de la vida todo el mundo se encarga de enseñar a los demás, cuanto antes mejor, que si tocas el fuego te quemas. Entonces ¿por qué no recordar las barbaries que han sucedido a lo largo de la historia para que sirvan como ejemplo y del mismo modo anterior no repetir las consecuencias? Es así de sencillo y simple.
Pensar que las cosas siempre han sido tan “fáciles” o “cómodas” como lo puedan ser ahora en algunos temas, es de ignorantes que no conocen la historia; y supone, además, negar todo el trabajo y esfuerzo de aquellos que lucharon para que nosotros tuviéramos los privilegios sociales actuales.
E: En la página 78 hablas de que “en el cine, más importante que ser era el parecer”. Qué opinas sobre que haya personas que a día de hoy sigan siendo perseguidas por su orientación sexual, recriminadas, obligadas a dudar de sí mismas y ocultar su verdadero yo, pero que luego haya actores y actrices ganando premios por interpretar papeles homosexuales.
R: Pues es un muy buen ejemplo de lo hipócrita que es la sociedad y por tanto Hollywood. En la industria del cine clásico existían “los matrimonios lilas”, que eran matrimonios de conveniencia entre un actor homosexual y/o una actriz lesbiana. El motivo era únicamente para disipar toda sospecha pública, pero luego cada uno se acostaba con quien quería. Uno de los armarios más grandes es el de Hollywood. En la industria del cine de entonces, como en la de ahora, hay secretos que no pueden enunciarse y uno de ellos es todavía el de la homosexualidad de sus estrellas. Los hay que se atreven a decirlo públicamente, pero a la mayoría les supone muchos menos contratos e, incluso, que les encasillen en personajes homosexuales.
E: Qué piensas de las críticas que han surgido hacia películas donde había personajes trans y los interpretaban actores y actrices cis.
R: La pena de todo esto es que parece que las personas cis pueden interpretar todo tipo de papeles, que me parece bien, pero lo suyo es que eso mismo se aplique para las personas trans. Más allá de pensar en que hay personas trans que podrían hacer ese papel, lo verdaderamente injusto es considerar que las personas trans no pueden interpretar personajes cis; y más aún, que se les niegue esos papeles y también los de personajes trans.
E: ¿Qué te gustaría que sucediera, hoy, 30 de marzo que tu libro sale a la venta? Crees que recibirás muchas críticas de a quienes les moleste que algunos personajes tengan esa lectura sáfica o que critiques películas como las de James Bond.
R: A gente así me encantará ofenderles porque la realidad a veces duele. El libro no se basa en interpretaciones personales sino en testimonios de los propios guionistas, directores, actores, estudiosos del tema… que cuentan cómo esos personajes eran homosexuales.
El mundo está lleno de muchos Charlton Heston, que se ofendió cuando supo que su personaje en el filme Ben-Hur, tenía una relación amorosa con Messala (Stephen Boyd). A su compañero de reparto siempre se le contó el subtexto homosexual de la película, pero a Charlton Heston no, porque él era amante de las armas, pero no de la diversidad sexual. Así que cuando años más tarde lo supo negaba esa versión.
Los amantes de las pelis de James Bond deben conocer que antes de ser películas eran novelas, y que los personajes lésbicos insinuados en el filme, lo eran explícitos en la historia original. De todos modos, no hay nada más machista que las pelis del agente 007 donde liga hasta con lesbianas. Eso en vez de género de acción, es ciencia ficción.

E: Un objetivo con este libro es que se entienda la influencia social del cine y por lo tanto la importancia de la representación. ¿Concuerdas con la idea de que no se puede ser aquello que no se ve?
R: Es muy complicado o, peor aún, traumático, no tener referentes. Yo me imagino lo que tiene que ser el hecho de crecer como homosexual y ver películas en las que las únicas imágenes que el cine proyecta de ellos es la de villanos, carceleras maltratadoras, asesinos, vampiras, acosadoras… tiene que ser horrible. Supone vivir en una constante “mea culpa” hasta el punto de que muchos no quisieran reconocerse como tal y fueran ellos mismos homófobos.
El cine como espejo de la realidad debe ser fiel a la misma, porque si evita hablar de ciertas personas u ofrece representaciones negativas y falsas, su influencia es tal, que afecta a la sociedad creando discriminación de todo tipo. Para que uno pueda identificarse como homosexual, antes ha de saber que existe mucha gente homosexual y que es tan natural como ser heterosexual. Lo maravilloso del mundo es precisamente la diversidad y la pluralidad.
E: ¿Qué opinas sobre que exista una editorial como LES para mujeres de la comunidad LGTBI y que apueste por libros como el tuyo?
R: Pues que es muy necesario. La literatura homosexual, como el cine homosexual… son aún muy necesarios precisamente para todo lo que estamos hablando, para ofrecer representaciones varias en la vida y que quienes no lo sean, las conozcan para poder respetarlas; y que quienes las compartan, disfruten viéndose identificados. Y de igual modo que con respecto a la comunidad LGTBI, son necesarias las historias, audiovisuales o escritas, con personajes variados, en sillas de ruedas, con Down, mujeres calvas, mayores… y así hasta que no sea necesario hacer cine, literatura o lo que quieras, exclusivo de las minorías sexuales porque no las haya; porque todos seamos igual de mayoría.
E: Por último, ¿si a las personas que te van a leer les pudieras decir algo qué les dirías?
R: Yo creo que al público que os lee no le hace falta este mensaje, pero en general es que sepan apreciar los logros sociales actuales en cuanto a las minorías sexuales, derechos de la mujer… para que eso suponga más motivos para seguir luchando. Aún faltan muchas reivindicaciones para un mundo justo para todos. Los animaría a que leyeran el libro porque además de conocer la historia contemporánea, aprenderán del trabajo de muchos y muchas valientes, y descubrirán otro modo de entender y ver cine. Por lo demás, que respeten a cada persona porque el amor nunca hace daño a nadie, pero la falta de este sí.
Dia del Orgullo 2021

